Una Noche de Placer
Hipnotizado por el movimiento de unas delicadas caderas femeninas. Dejándose arrastras hasta al mismo infierno si fuera preciso por tal de conseguir lo que en su mente se imagina junto a ella.
Ella, tan bella como lo inimaginable. Suave como la porcelana y fría como los témpanos de los tejados en pleno invierno tras una intensa nevada.
La noche lo guarda todo. El secreto perfecto se puede guardar en ella, pues tal vez no se delate. El momento idóneo y el acto lujurioso, pecaminoso, deseado, esperado. Resultado como otros. Quizás no el esperado. No el que imaginas en tu mente calenturienta. Pero las mentes, crean imágenes, actos futuros, que jamás llegan. Tal vez se acerca a la realidad, pero no es ni su reflejo distorsionado.
Dos cuerpos sedientos. Devoradores de placer. Cada cual con sus propias intenciones ocultas. La habitación de ensueño. Largos cortinajes góticos. Negros y con encajes rojos, suaves y delicados. Cama con sábanas negras y colcha de terciopelo burdeos. Dosel de cortinas transparentes negras y acabados en bordados de oro. Candelabros encendidos.... ¿ Que más se puede desear ?
Manos calenturientas que desnudan al otro. Bocas húmedas recorriendo la piel. Mordiscos suaves y furtivos. Batalla rápida. Desespero. Ansias de más. Mucho más. Siempre más. Mentes sucias, retorcidas, estrategas, esperando resultar ganador de todo. Todo debe acabar antes del amanecer y la noche apremia. Los minutos no paran de pasar y el reloj de arena marcador del deseo y el tiempo, va concluyendo.
Él sonriente, sintiéndose triunfador. Nunca halló mujer semejante. ¿ Quién se lo iba a decir a él ? Cuando lo cuente a sus amigos no lo van a creer. Las batallitas de la cama, siempre debe ser contada, con detalles añadidos, pues así se coronan los estúpidos machitos. Siempre triunfantes y como ellos nadie.
Ella, fría y serena, es muy precisa. Experta en momentos como este, siempre ganadora. Huele el cuello del ingenuo machito profundamente. La excitación aumenta y no se puede resistir más. Su lengua húmeda recorre el cuello desde la clavícula a la barbilla y termina la acción mordiendola fuertemente. Le mira a los ojos y dice:
- ¿ Te gusta ? ¿ Quieres más ?
Él se está derritiendo por segundos. El mundo dejó de girar. Nada existe, sólo ella. Ella. Ella y la desea para él. La desea ya y asiente a sus preguntas con un delicado movimiento de cabeza. No articula palabras.
Un suave grito de placer sí sale entonces de su boca. Mira al techo de la habitación creyendo hallar el cielo lleno de placer y sus ojos se ponen blancos por la excitación y el clímax experimentado. Un punto de dolor se siente por un instante. Se intensifica. Le placer lo envuelve tan profundamente que no se da cuenta que le cuesta respirar. En breve rozó el clímax, su cielo, el mayor placer que experimentó jamás y que para su desgracia, nunca más sentirá.
- ¡ Delicioso ! Que triste que ya se terminó. Eres tan delicioso y placentero. Espero hayas disfrutado, aunque no creo que tanto como yo. Siempre creíste que no había nadie como tú, es cierto. Cada una de mis víctimas posee su único sabor y es muy triste. Hubiera deseado beberte más veces. En fin. ¡¡ Dulces sueños placenteros mi estúpido galán mujeriego !! - Complacida la hermosa vampira se viste y retira del lugar mirando a la luna y desapareciendo en la noche en busca de su próxima presa.
¿ Serás tú ?
Ten cuidado con tus deseos.
Pueden se hagan realidad, aunque el final no te termine de complacer.
¡¡¡¡ BUENAS NOCHES !!!!
EME82
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