Otoño
Todo cambia en otoño. El olor, la humedad, el color.... Todo es diferente. Los animales recolectan para el invierno todo lo que van a necesitar. Las hembras caprinas, sean de la raza que sean, se preñan para parir en primavera. Los machos brabucones, locos por celo, embisten como bestias a sus rivales, pues la descendencia es algo muy importante para ellos. Si mueren, su ADN se pierde por siempre. Largas y duras batallas se libran a diario. Se debilitan, se hieren, mueren en el intento por desear ser padres. " La berrea " así la conozco.
Los lobos pronto entrarán en escena. Los sanadores del ecosistema. Los no comprendidos habitualmente, pero tan necesarios para guardar el equilibrio y la vida del entorno. Se encargarán de los más heridos, los enfermos, los más viejos. Animales que ya no serán productivos para la naturaleza y a ella se entregan por completo, tanto que entregan sus vidas para que otros vivan. El invierno es duro y hay que acumular grasa en el cuerpo, pues los lobos no tienen despensa ni abrigos para usar. Esto es el billete a la supervivencia gélida y dura del invierno. Tal vez triste, desproporcionado, sádico, pero así es la cruel realidad y la supervivencia de las especies.
Los tonos verdes del bosque, se tornaron marrones, aunque algunas veces, amarillo y rojizo. Depende los árboles, así hacen sus hojas antes de la caída, antes del frío invierno. Algunos árboles permanecerán meses con sus ramas desnudas, así garantizan vivir un poco más y comienzan a dormir. La calma llega y el sonido se relaja.
El río continua su sendero. Cada vez con más caudal. Los viejos árboles lo siguen guardando. Ardillas juguetonas, esconden las nueces y castañas. Peleonas y rápidas. Suben y bajan, corren y saltan, todo el día de aquí para allá. A veces pierden sus tesoros que golpean el suelo o la cabeza de algún paseante o recolector de sabrosas setas que nacen en los troncos húmedos o puede que de vayas, nueces, castañas... ¡¡ Hay tantos frutos para deleitar !!
La vida sigue año tras año, aunque no los vivos. Unos nacen y muchos mueren. Todos no tenemos cavidad aquí. Así es el otoño. Es la hora de terminar un año. De cosechar el fruto de la vida y descansar. Al igual que La Muerte es El Otoño. Que todo lo cambia, todo. Sin ella sería un caos, un verdadero caos más allá de lo ya vivido. Enfermedad, maldad, dolor, agonía.... Para que haya vida, debe existir la muerte y sin otoño no nacería el invierno y tras él, la bendecida y joven primavera, que madura en verano para envejecer y morir de nuevo el próximo otoño.
¡¡¡ Ay El Otoño. Mi Amado y Eterno Otoño !!!
¿ Qué podría yo vivir, amar y sentir sin ti ?
EME82
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