“ Pequeña estancia en la que me encuentro. Pequeña cabaña de madera y lejana. Guardada en un bosque. No busco romanticismo, sólo rodearme de soledad. Necesito olvidarte. Necesito quizás olvidarme de vivir y ser olvidada.

Enciendo al atardecer el hogar con leña seca que se apila en la entrada al resguardo de las inclemencias del tiempo. Me encanta su olor, como chisporrotea, su color, como bailan las llamas … Me relaja, me seduce, me embruja, me llena....

Enciendo velas de té, de color malva por toda la habitación.

¡ Qué bello se ve todo ! Parece una habitación diseñada y preparada para una noche romántica de una pareja que se ama y van a derrochar, amor, deseo y pasión minuto a minuto, sin reloj, sin mundo, nada más su mundo...

Puede que en otro tiempo esta maravilla hubiese sido disfrutada por nosotros, pero maldita la gana de verlo ahora y tú … Tú ya no estás.

No quiero recordarte. Vine para olvidarte. Sal de mi cabeza, vete como te fuiste esa estúpida tarde de lluvia para no volver. Parece que tu recuerdo atrae momentos, ha comenzado a llover suavemente. Las gotas caen sobre el cristal tan delicadas y perfectas. Igual que cuando sucedía en nuestra casa, las observábamos abrazados escurrirse traviesas, tu a mi espalda, con tus brazos en mi cintura y yo mis brazos abrazando los tuyos ….

El dolor me está volviendo loca. Hasta te estoy hablando como si estuvieses aquí. Ya sólo estás en mi cabeza y vine a olvidarte. ¡Te voy a olvidar ! ¡Te voy a olvidar ! ¡ Ya lo verás !

Secando mis lágrimas frente al fuego me comienzo a desnudar. Quiero sentir el calor puro de los elementos en mi piel. Me ayudarán a olvidar. Me darán fuerzas a comenzar de nuevo una vida nueva y mejor. Dónde la ausencia de tus besos ya no me harán llorar ni el recuerdo de tu piel ni … ¡ UUUFFF ! Otra vez te atraigo a mi mente.

Me tumbo. Me relajo escuchando la lluvia dar golpes en el tejado, en el cristal, el sonido del fuego, su olor y me duermo en una alfombra muy tupida, gruesa, calentita ....... “

EME82